17 jul 2013

MARCELO VELÁZQUEZ




 
En un café, cerca del lugar donde trabajar, Marcelo Velázquez con mucha apertura se presta a conversar conmigo sobre su trabajo “Tus Deseos En Fragmentos”, texto de Ramón Griffero: http://neposandkuhl.blogspot.com.ar/2013/06/tus-deseos-en-fragmentos-de-ramon.html

¿Qué número de función va y cómo empezó?

M.V.: Ya pasamos el mes. La idea es extendernos lo más que podemos. Es la única manera de lograr conocer al autor, la obra. Es la primera vez que se hace una obra de Griffero en Buenos Aires. No se conocía mucho la dramaturgia; pero claro él es muy conocido en Chile y muy conocido internacionalmente. Él había hecho incursiones con trabajos y seminarios en Mendoza. A Buenos Aires había venido muchas veces pero no se habían hecho obras de él. Nunca se hizo una obra y tiene una producción muy importante.
Así que bueno, la idea fue traerlo para las dos funciones que hicimos acá en el I.U.N.A. Era un punto de partida, la gente preguntaba sobre el autor”¿dónde puedo conseguir la obra?” Entonces queríamos como continuar.

Se interrumpió la charla por la mesera, que con buena dicción ofrece los diferentes productos bebibles. Marcelo pide un agua con pera, o eso es lo que le escuché, luego me corrige mi error que era agua con sabor a pera. Continuamos con la conversación.

 Estamos contentos, muy contentos, el público se está acercando. Es una propuesta muy particular. Es una de las obras más particulares “Tus Deseos En Fragmentos”.

Autores chilenos, más jóvenes comienzan a reproducir este sistema, como copiar y pegar ideas y conceptos.

M.V.: Sí, es un modelo más europeo.

No lleva el modelo clásico del “cuentito”, del “relato”, “fábula”; más es un anecdotario de lo que es uno.

M.V.: Sí, sí, esto es la obra de Griffero más conceptual. En su modo de construcción, es en sí, la más fragmentaria. El resto de su producción va en otro sentido. Hay fábula, trabaja siempre con la ruptura del tiempo. Eso está presente siempre. Pero “Tus Deseos En Fragmentos” es la más conceptual y había que entender por dónde iba la cosa. La puesta en escena y el entendimiento de los actores también. Trabajamos mucho. 

Son como monólogos, soliloquios. La mayoría no tiene una continuidad narrativa. La continuidad siempre está en el espectador que busca armar, armar con alguna lógica, sentido.

Pero por comentarios de los espectadores, los primeros minutos ya entienden cómo va la lógica se entregan a ese modo fragmentario. Irrupciones. Griffero lo llama irrupciones conceptuales. Aparecen y desaparecen. Ese es el subtítulo de la obra. Irrupciones conceptuales.

Para los actores les fue difícil. No tiene una continuidad lógica, ni siquiera en el pensamiento sobre lo que es un personaje. Son entidades.

¿El trabajo de los actores, que salen de escuela con la construcción de un personaje? ¿Cómo fue ese encuentro?

M.V.: Por suerte este equipo de actores son muy buenos, todos son muy buenos. Todos se formaron acá en el departamento de Arte Dramática del I.U.N.A.; y, también han tenido incursiones en proyectos teatrales por fuera de la universidad. Son actores que tienen otro recorrido, otra experiencia a nivel teatral, lo que permitió que tuvieran un nivel de apertura.

Nueva irrupción de la mesera, quien desperdiga conocimiento en diferentes tipos de condimentos para la ensalada. Luego que se va, Marcelo sigue comentando.


En ese sentido fue muy enriquecedor, porque ellos, la verdad, se entregaron a la propuesta con un cuerpo y una mente muy amplia. Haber, ¿qué hacemos con este material? En ese sentido me da como mucho orgullo trabajar con ellos. Tienen una formación muy sólida pero también en su recorrido individual en su profesión. Para la dirección es un agradecimientos que toque actores así, que dice vamos para donde va la propuesta. Eso fue muy lindo.

¿La primera etapa, la preparación cuánto tiempo duró?

M.V.: Todo esto fue porque venía Ramón Griffero a Buenos Aires.

¿Llegó a verla?

M.V.: Claro, Griffero el año pasado se contacta con el I.U.N.A. Y llega a Buenos Aires a presentar su último libro que se llama “La Dramaturgia del Espacio”. Es una línea de trabajo sobre la que él viene investigando desde su lugar como dramaturgo y director. Yo lo conocía a Griffero de leer su obra,  porque hasta el año pasado venía trabajando en una materia sobre el teatro latinoamericano. Yo conocía la obra, de hecho habíamos trabajado algunas obras como programa de la cátedra. A mí me había conseguido, me habían traído fotocopias algunos alumnos chilenos; así que, tenía conocimiento de la obra. Y tenía “Tus Deseos En Fragmentos”. Entonces, el año pasado estaba trabajando en la secretaría de Extensión Cultural –del I.U.N.A.- , así que hicimos todo lo importante para que Griffero venga a Buenos Aires a dar unos seminarios y presentar su libro.

Se me ocurrió para recibirlo, en principio, era hacer algunos fragmentos de alguna de sus obras. Y empezamos a elegir, me gustó mucho “Tus Deseos En Fragmentos” y así, efectivamente comenzamos a trabajar algunas partes. Convoco a los actores y se me ocurre que acá hay tantos alumnos chilenos estudiando en arte dramática, se me ocurre que sea interesante armar un elenco donde convivan actores argentinos y chilenos. Como una particularidad. Comenzamos también a armar el equipo técnico artísticos chileno-argentino. Armamos un equipo de ambos países.

Fue muy enriquecedor. Por un lado, los dos actores chilenos nos ayudaron a trabajar con el registro lingüístico de la obra. El texto original tiene mucha jerga chilena. Entonces lo que íbamos viendo era que determinados momentos con determinadas expresiones hacíamos “traducciones” o buscando equivalente a lo que podía ser al lenguaje que se utiliza en Buenos Aires. Había una jerga muy localista, muy específica. En los ensayos, con los actores argentinos y los actores chilenos fuimos encontrando equivalente.

Excepto una de las escenas, que había un juego lingüístico, es la escena del “juego de las frases”, que todas son frases muy populares chilenas. Me parecía que en el material estaba propuesto un juego de lenguaje muy interesante. Eso, decidimos no “traducirlo”, sino proponerlo en la escena como un juego de lenguaje. Esa parte es como un homenaje a Chile.

Los tres actores que hacen esas frases muy chilenas, decidí que lo hagan los argentinos. Y los dos actores chilenos se rían de esa gracia, se rían como los argentinos hacen el cantito chileno. Bueno, es un juego, que es lo interesante cuando juegas con un material.


¿Y cómo lo tomó Ramón Griffero?

M.V.: Ramón vino comienzo de abril. Organizamos dos seminarios que dio para actores e hizo una conferencia presentando su libro. Además en ese evento de dos días hicimos dos presentaciones de “Tus Deseos En Fragmentos”. Estreno para el I.U.N.A. Quedó encantado, él nos autorizó hacerla. No imaginó que íbamos a hacer la obra completa; es más, estaba sorprendido que no habíamos cortado nada. Hicimos la obra completa.

¿Cuánto tiempo? ¿Dos, tres meses?

M.V.: Empezamos a trabajar en noviembre del año pasado, parte de diciembre, retomamos febrero, marzo. Intensa, muy intensamente, a razón de tres, cuatro ensayo por semana. Sí, le dimos duro. Porque no llegábamos a hacer toda la obra. Esto fue por el entusiasmo de los actores que querían presentar el espectáculo y luego el entusiasmo de hacerlo.

Griffero quedó muy contento, le gustó mucho la propuesta. La versión argentina es muy diferente a su versión en Chile, que se puede ver en internet. Bueno, era nuestra mirada. En su propuesta el genera en los fragmentos más situaciones. Yo acá, tomé la decisión de poner por delante el discurso extremadamente despojado. Son los actores que están ahí, solo con sus almas y lo que tienen que decir. Me odiaban por esto, pero ahora ya lo están disfrutando esta cuestión de sólo presencia, sólo discurso.

Es muy difícil.

M.V.: Muy difícil, no les daba la posibilidad de la relación naturalista, realista de diálogo, de comunicación; y, que todo fuera para meter al público al universo de la obra. Por eso están todo el tiempo contactando con la mirada. Eso fue lo más difícil. Tengo muy buenos actores y lo están logrando.

Hablabas de la primera vez que se presenta la obra de Griffero,  ¿por qué crees se da eso? Es notable la producción que se da en Buenos Aires, pocas ciudades se dan ese lujo.

M.V.: Pero poco teatro latino, ¿no?

Sí, hay muchos extranjeros que trabajan acá, pero desconocen ese mecanismo, ese sistema de producción de la ciudad. No conoce agentes de prensa o no tiene los suficientes contactos, además de competir con otros doscientos espectáculos, como mínimo.

M.V.: Mínimo, no te alcanza los fines de semana.

Ni el sueldo. Esta escena, llamémosla “porteña” y a la otra “latinoamericana” -nos reímos- ¿hay mucha diferencia?

M.V.: Sí, esta pregunta tuya abre la problemática que a mí me preocupa y siempre la pienso. Es la primera vez que monto un texto de un autor latinoamericano contemporáneo. Había trabajado con autores argentinos, con autores de teatralidades europeas, norteamericana, pero nunca un autor latinoamericano, ni tan cercanos que es Chile, que es lindero.

Me parece que hay en el teatro de Buenos Aires, tradicionalmente, siempre hay una mirada hacia lo europeo, también al norteamericano. En las últimas décadas, a lo europeo. Con el teatro latinoamericano me parece que tenemos una deuda. Hay mucha producción latinoamericana contemporánea y muy buena en muchos casos.

No sé, puedo encontrar respuesta a través de nuestra historia de teatro, esta mirada que Buenos Aire parece que no formaría parte de Latinoamérica. También son decisiones artísticas individuales de decir: me arriesgo a hacer esto; me gustó este material, vamos a hacerlo. Es cierto que la mirada de Buenos Aires es más hacia afuera lejos, que a nuestros países de Sudamérica.

También se da por prejuicio y mucho por desconocimiento, tiene que ver con el mercado editorial. Las obras de Griffero yo las conocí por fotocopias que me traían desde Chile. Acá no se consigue tanto teatro latinoamericano en las librerías. A veces en las librerías no se consigue teatro en general –la risa llena la cafetería. Menos de teatro Latinoamericano. Es una cuestión de mercado y de difusión.

Por eso me parecía que viniera el autor, que trajera sus libros, para dejarlos en la biblioteca y para que lo conozcan. Hoy con la tecnología está todo más cercano.

Griffero con eso es muy generoso sube todo sus materiales. Hay los videos completos de sus puestas.
Bueno, él la verdad estaba muy contento de hacer esta pisada con una obra en Buenos Aires.


Seguimos charlando sobre “la escena porteña” y “la escena latinoamericana”, además de llegar a las diferentes circunstancias de edades y visiones de los distintos golpes de estado que se dio tanto en Chile y en Argentina. 

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